En
el juego de roles de esta cuarta semana me estreno en el papel de
crítico. No me ha sido difícil elegir el tema a comentar, lo tenía
claro desde el principio. He escogido un tema de rabiosa actualidad,
la eutanasia. Comencemos.
Primero, quiero empezar con una pequeña introducción sobre esta cuestión:
Eutanasia
hace referencia al acto de acabar con la vida de otra persona a
petición suya con el fin de minimizar su sufrimiento. La dignidad y
libertad de la persona humana al igual que el derecho a morir
dignamente se traduce en la eutanasia positiva, que es una salida
válida para un enfermo terminal que ya no desea sufrir más, es una
decisión íntima y personal, que sólo corresponde tomar a la
persona en cuestión. Existen diferente tipos de eutanasia,
voluntaria (solicitada por el que quiere morir), involuntaria (cuando
no la solicita), perinatal (cuando se aplica a recién nacidos
deformes o deficientes), agónica (cuando se aplica a enfermos
terminales), psíquica (cuando se aplica a afectados de lesiones
cerebrales irreversibles), social (cuando se aplica a ancianos u otro
tipo de personas tenidos por socialmente improductivos o gravosos.),
auto-eutanasia (esto no es eutanasia como tal, sino suicidio),
activa (la muerte se produce por acción positiva), pasiva (la muerte
se produce por omisión), directa (busca directamente la muerte),
indirecta (busca mitigar el dolor aun sabiendo que ese tratamiento
puede acortar la vida del paciente. Esto tampoco es eutanasia)
La eutanasia a escena. Tal y como recoge este artículo, en nuestro país
la eutanasia actualmente no es legal. Esta cuestión puede cambiar
este mismo año, puesto que el próximo martes 21 de marzo se somete
a votación en el congreso el proyecto de ley de eutanasia del grupo
parlamentario Unidos Podemos.
Personalmente estoy a favor de la muerte digna. Sin embargo la eutanasia no está muy aceptada en la sociedad, ya que muchas personas argumentan que la vida humana es el derecho más grande y que debe ser vivida en toda su intensidad y disfrutar al máximo cada segundo de ella, por lo que en caso de riesgo de muerte, debe hacerse todo lo posible para preservarla y prolongarla el mayor tiempo posible. Por lo tanto, una persona en estado vegetativo o con muerte cerebral irreversible ya no puede vivir la vida plenamente, ni disfrutar de un sólo segundo de ella, ya que no tiene consciencia de su propia existencia. Si un ser humano ya no puede vivir conscientemente su vida, este argumento pierde por completo el sentido por lo que la aplicación de muerte por eutanasia es totalmente justificable. Prolongar artificialmente la vida de una persona vegetativa es básicamente prolongar su existencia biológica. Por otro lado, en el caso de los enfermos terminales, surge la pregunta de si estamos alargando su vida o prolongando su agonía.
Los
principales argumentos en contra provienen del sector religioso, ya
que mucha gente no está a favor de la eutanasia por sus creencias
religiosas. El Cristianismo, religión que predomina en España,
presenta unos valores ideológicos contrarios a la muerte por
eutanasia. Según su creencia, los seres humanos no podemos quitarnos
la vida a nosotros mismos porque ésta es un regalo de Dios y
quitárnosla supondría no aceptar ese regalo. A esto último, opino
que una religión no tiene derecho a influir en los actos de ninguna
persona.
En conclusión, defiendo el derecho de morir con dignidad para aquellas personas que no pueden vivir plenamente su vida o que saben que van a morir y no quieren alargar más su sufrimiento. Estoy especialmente a favor en los casos de muerte cerebral puesto que se deja de ser persona y es totalmente innecesario mantener esos cuerpos con vida. También pienso que la eutanasia debe ser considerada legalmente como una alternativa para una muerte digna, ya que es un derecho del ser humano el decidir el momento y la forma de su muerte.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Ismael.
ResponderEliminarEsa persona tiene el mismo derecho a vivir que a morir. Y defiendo que esa persona quiera morir lo antes posible antes que estar sufriendo y saber que el destino será el mismo para él.
Sabias palabras Cecilia. Ojala los políticos piensen como nosotros y desarrollen una ley a favor de la eutanasia.
EliminarMe alegra que te haya gustado la publicación.
Un saludo.