Ablación genital femenina

Pasadas las vacaciones de Semana Santa, el blog vuelve a la vida. Ya cada vez va quedando menos para terminar el curso y, por ende, cerrar esta etapa de bloguero. Sin mas rollos, esta semana mi entrada semanal la dirijo a explicar brevemente "qué es la ablación genital femenina".

Fuente: pixabay

Primero quiero explicaros  en que consiste. La ablación o mutilación genital femenina comprende una serie de prácticas consistentes en la extirpación total o parcial de los genitales externos de las niñas. Causa daños imparables. Puede producir la muerte de la niña por hemorragia o debido al intenso dolor y al traumatismo. Entre otras consecuencias, las niñas mutiladas padecerán durante toda su vida problemas de salud irreversibles, como por ejemplo, enfermedades sexuales, infecciones, quistes, etc.

Lo que más me ha llamado la atención, es el elevado número de mujeres que han sufrido mutilación genital femenina. Se calcula que alrededor de 70 millones padecen de esta práctica, la mayoría perteneciente a mujeres africanas. Lo más preocupante, desde mi punto de vista, es el aumento de esta práctica en Europa, Australia, Canadá y Estados Unidos, principalmente por inmigrantes procedentes de África y Asia occidental.

Desde mi visión etnocéntrica, no soy capaz de encontrar su justificación, aunque por desgracia, en sus culturas podemos encontrar diferentes causas:

Sexuales, con el objetivo de controlar la sexualidad femenina; sociológicos, como iniciación de las niñas a la edad adulta o mantenimiento de la cohesión social; de higiene y estéticos, debido a que se cree que los genitales femeninos son sucios y antiestéticos; de salud, porque se cree que aumenta la fertilidad y hace el parto más seguro. etc.

Todo esto que he comentado son simplemente justificaciones culturales, lo cual no quiere decir que esta práctica sea legal internacionalmente. Según el derecho internacional, la ablación femenina constituye una violación fundamental de los derechos humanos de estas niñas; el derecho a la protección frente a prácticas tradicionales peligrosas y el derecho a decidir acerca de la propia reproducción.

En síntesis y como conclusión, considero que la mutilación genital femenina es una práctica machista que coloca a las mujeres en una situación de inferioridad con respecto al hombre. Éstas sufren durante toda su vida diferentes problemas de salud, los cuales no les van a permitir realizar una vida plena, tanto en lo personal, como en lo social o laboral. Es una práctica cruel e inhumana, la cual debería perseguirse con más firmeza por parte de las organizaciones internacionales.

Desde aquí pido que entre todos seamos capaces de luchar contra esta tradición milenaria, sin sitio en nuestro mundo actual.