sábado, 18 de febrero de 2017

Compañero del alma, compañero.

Querido Ismael, seguramente no me conoces y te preguntarás por qué te escribo esta carta.
La respuesta es clara, simplemente siento la necesidad de explicarte el verdadero significado de la amistad.
Amistad no significa quedar de vez en cuando con amigos o llevarte bien con ellos;  amistad requiere de sentimientos mutuos de comprensión, igualdad y respeto hacia una persona o grupo de personas con los que compartes tiempo de tu vida; la amistad es un amor puro y duradero a través del paso del tiempo, no requiere presencia física ni actualización periódica. La manida frase "quien tiene un amigo, tiene un tesoro" es real, la amistad está por encima de cualquier bien material y puede llegar a ser la emoción o elemento más gratificante de tu existencia.
Con todo lo expuesto no pretendo ser dictador, solamente acepta las humildes palabras de este anónimo si te identificas con ellas.
No quiero despedirme de ti sin antes regalarte estos hermosos versos que el poeta Miguel Hernández dedicó a su amigo fallecido Ramón Sijé.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
[...]
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Elegía a Ramón Sijé (1936)

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